Mibanco
Liderazgo que transforma vidas
Vivir en un estado de emergencia y ambigüedad, reveló que nuestro propósito de transformar vidas y escribir historias de progreso eran la brújula que guiaban nuestras acciones para sobrellevar la incertidumbre, asegurar la continuidad del negocio y proteger la salud física y emocional de nuestros 11,186 compañeros y compañeras.
Buscando llegar a cada uno, debíamos apoyarnos en nuestros principales voceros: los líderes, quienes fueron nuestra inspiración para crear el Programa Liderazgo que Transforma Vidas. Empezamos escuchándonos, hablamos del miedo, la diferencia entre ser víctima y protagonista, se abrieron los micros y también los corazones. Vivimos 91 sesiones que nos ayudaron a identificar los dolores, el sentir de nuestra familia y el norte hacia donde debíamos enfocar nuestra energía para salir juntos adelante. Encontramos dolores que no podíamos contener y para abrazarlos abrimos conversatorios con expertos sobre el duelo, la pérdida y la esperanza.
Creamos cientos de espacios virtuales donde los líderes se reunían con sus equipos para conversar sobre tecnología, lo aprendido durante la cuarentena, tomar un café virtual y hasta hacer ejercicios.
Gestionar equipos remotos reforzando la importancia del balance entre la vida personal y laboral se convirtió en un gran desafío y nos motivó a rediseñar nuestras reglas de convivencia, partiendo desde Javier, nuestro Gerente General, quien bloqueó nuestras agendas a la hora de almuerzo para que respetemos este espacio.
Pachikuy significa “acción de dar las gracias”, y para mantener vivo el espíritu de reconocimiento, creamos un módulo virtual donde hemos compartido más de 7,500 tarjetas Pachikuy de agradecimiento. Un jueves por la noche, pintamos el cielo de verde y junto a 2,356 familias, reconocimos a quienes más destacaron, en la Noche Pachikuy, reforzando que nuestras tradiciones y ritos mantienen vivo nuestro Modo Mibanco.
Esta pandemia afloró lo mejor de nosotros, nos demostró de qué estamos hechos. Reafirmó que transformamos vidas y que las historias de progreso que escribimos no pueden detenerse, debemos adaptarlas y reescribirlas. Evidenció que nuestros líderes son el eje de esta gran familia y gracias a ellos una pandemia nos puede golpear, y mucho, pero juntos no podrán pararnos.