Los Premios WOW son una forma de reconocer trimestralmente los más destacados en relación con los valores de la empresa. Antes de la pandemia y el trabajo remoto, se organizaba una reunión con todos los compañeros para la premiación, buscando que sea un momento emocional, tanto para los que nominaron a la persona, como para el ganador del premio.

Como consecuencia de la pandemia tenemos a 80 personas trabajando desde la casa y aunque las reuniones virtuales funcionan muy bien para transmitir los mensajes claves acerca de los resultados del negocio, no es un formato que fácilmente se presta para generar las emociones que acompañan una premiación.

Entonces, cuando tocó la primera edición de los Premios WOW, sabía que teníamos que hacer algo especial. Conversando con el equipo de comunicación interna de la empresa quedamos en buscar para cada ganador un cómplice, un familiar o roommate que estuviera junto al ganador y le diera algunas sorpresas.

Armamos un paquete con el trofeo, el gift card del premio, y una botella de champagne para que pueda festejar con quienes viven con ella o él. Decidimos también que las personas que nominaron al ganador le escribieran una carta a la persona explicando porqué lo ganaba y que nuestro cómplice lo leyera en vivo en el momento para que todos en la oficina lo viéramos por Zoom.

Así, las mamás, papás, parejas y roomates de nuestros ganadores participaron muy activamente y conocieron en detalle sobre el gran trabajo que hacen nuestros colaboradores premiados, y sentirse orgullosos sobre sus logros, con mucha emoción.

Es ese efecto, precisamente, el que se quería lograr, para que la gente se emocionara, no solo el ganador, sino todos nosotros que somos testigo a través de la video-llamada y que compartimos con ellos esa alegría de celebrar juntos, aunque estamos a la distancia.